La bomba de calor, un sistema eficiente
Si consideramos la eficiencia como el cociente entre la energía que obtenemos respecto a la que invertimos, la bomba de calor es, con diferencia, el sistema de calefacción más eficiente y económico de los que podemos encontrar habitualmente (sin considerar la energía solar térmica o la geotérmica, por no ser un sistema habitual o instalable en todas las viviendas).
Por cada unidad de energía consumida obtenemos entre 3 y 5 veces más energía calorífica. A simple vista da más energía de la que consume. Pero ¿cómo es posible obtener más energía de la que se consume? En realidad la energía se obtiene de otro lugar, habitualmente el aire de la calle.
El balance medioambiental es muy positivo, pues no se añade calor al entorno si no que se cambia de lugar, es decir, pasa de la calle a nuestra casa o local. Sólo una pequeña parte la obtenemos de «quemar energía».
Esta relación entre lo que obtenemos y lo que consumimos se llama COP. Cuanto mayor es el COP, mayor será la eficiencia y mayor la energía gratuita que obtendremos. Los aparatos más antiguos suelen tener un COP de 3 y, actualmente, algunos modelos llegan a 5.
Otra ventaja de este sistema es que si lo hacemos funcionar al revés se convierte en un aire acondicionado. Así, con el mismo equipo e inversión inicial, tenemos cubiertas dos necesidades, la de frío y la de calor. En este caso, el rendimiento en lugar de llamarse COP se llama ERR.
Existen otras bombas que intercambian el calor con agua (aire-agua o agua-aire), pudiendo utilizarse también para climatizar piscinas y agua caliente sanitaria, reduciendo los consumos de energía y los costes económicos de forma considerable.