Herramientas y útiles para colocación

Una de las más comunes en el campo del bricolaje y la albañilería es la llana de alisar, compuesta por una fina placa de metal y un mango de madera o plástico. Debe aplicarse el material en capas muy finas, ya que este utensilio tiende a cerrar el poro. Además, algunos modelos poseen cantos extremadamente afilados con los que podemos lograr resultados óptimos.

También es fundamental contar con una llana dentada, también llamada comúnmente peine. Se utiliza para aplicar la pasta antes de colocar las baldosas o azulejos, y abarcan diferentes tamaños. Algunos modelos están dentados sólo por un lado, mientras que otros poseen dientes de distintas características en ambas caras.

Tampoco podemos olvidar las llanas de hoja de goma, que disponen de una base gruesa y flexible, normalmente de plástico o goma. De forma rectangular, son perfectas para extender el producto entre los azulejos y baldosas. 

Paletas para albañilería

Por otro lado encontramos las paletas, muy parecidas a las anteriores y básicas para la construcción de muros y paredes, entre otros trabajos de albañilería. Con ellas aplicamos el producto de agarre en cada una de las piezas (por ejemplo, los ladrillos), para poder unirlas entre sí.